Probablemente te parezca raro saber que el marketing no es un asunto exclusivamente visual. Si es así, tal vez te resulte todavía más extraño enterarte de que un ambientador industrial es una pieza clave dentro de este.
Sí, estamos habituados a relacionar las estrategias de marketing con las campañas publicitarias en los distintos medios de comunicación y con el diseño de una imagen corporativa atractiva. Esto ocurre debido a que se nos han insistido en que el cerebro es mayormente visual, pero ello no implica descuidar la estimulación de los otros sentidos.
En virtud de ello, la mejor estrategia es la que se realiza teniendo en cuenta que no todas las personas son eminentemente visuales y que, aunque así ocurre en la mayoría de los consumidores, inducir a comprar un producto requiere de un esfuerzo equilibradamente orientado a estimular los 5 sentidos.
¿Cómo influye cada sentido en la decisión de compra?
Puesto que la mayor cantidad de estímulos se enfocan en la vista, sabemos que la manera en la que estos funcionan se relaciona con la forma en que el cerebro interpreta los colores. Por tanto, al usarlas apropiadamente, las imágenes son un recurso potentísimo capaz de influir en la toma de diversas decisiones, especialmente la de comprar un producto.
En lo que respecta al olfato y la audición, lo que se busca es que el destinatario se identifique con ellos, bien sea porque transmiten seguridad, calma o resultan agradables. Son de gran utilidad para fijar elementos característicos de una marca y responsables de que digamos “este olor me recuerda a…” o “esta es la canción del comercial de…”.
El gusto, por su parte, está limitado a las empresas que se desempeñan en torno a la industria alimentaria. La base de su éxito radica en que los seres humanos somos capaces de recordar hasta el 15% de los sabores que hemos probado.
La estimulación del tacto se logra si somos lo suficientemente permisivos, esto nos ayudará a interactuar con los clientes. Ellos saben que no todo es como parece, por eso desean tocar y tener la certeza de que el producto realmente es suave, resistente y de calidad. De nosotros dependerá el que tengan acceso a esta posibilidad.
En conclusión, la imagen corporativa no es suficiente para captar la atención de tu público. La competitividad comercial es ardua y los clientes se hacen cada vez más exigentes, así que no pierdas la oportunidad de llegar a ellos, usando las diferentes alternativas que tienes a t