En los círculos políticos, se ha hablado mucho sobre la supuesta amistad entre Eruviel Ávila Villegas y Claudia Sheinbaum. El ex gobernador, ex senador y ex priísta ha manifestado sentirse muy cercano a la presidenta electa y al nuevo gobierno de Morena. Sin embargo, surgen preguntas sobre si realmente Claudia Sheinbaum y la 4T desean tener «amigos» como Eruviel Ávila Villegas cerca.
Después de resultar electa a la gubernatura mexiquense, Delfina Gómez ha anunciado acciones legales contra funcionarios del antiguo gobierno priísta de Ávila Villegas por delitos como fraude, robo, enriquecimiento ilícito, abuso de autoridad y delitos contra la hacienda pública.
Es probable que las investigaciones del Gobierno de Morena en el Estado de México revelen acciones cuestionables que han permanecido ocultas durante los 13 años de gobierno de Ávila Villegas. Entre ellas, el posible sobrecosto en obras realizadas durante su gestión y el notable aumento en su calidad de vida, ya que pasó de vivir en colonias populares de Ecatepec a residir en zonas exclusivas.
Recordemos que un grupo de expriistas anunciaron su adhesión a la campaña de Claudia Sheinbaum; la “Alianza Progresista” demostró su apoyo electoral en las elecciones de junio, con la victoria de Claudia Sheinbaum, y así poco a poco tanto simpatizantes como detractores se acercan a Morena. Algunos buscan construir, mientras que otros parecen buscar refugio de un pasado marcado por la corrupción.
Entonces, ¿qué debemos pensar de la cercanía entre Eruviel Ávila y Claudia Sheinbaum? ¿Es una estrategia política para fortalecerse mutuamente o un refugio para aquellos que buscan impunidad? Es vital seguir de cerca estas alianzas y exigir transparencia y rendición de cuentas. La credibilidad de la 4T y de sus líderes está en juego, y solo el tiempo nos dirá si la amistad entre Ávila y Sheinbaum beneficia al país o simplemente perpetúa los vicios de la política mexicana.