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El amianto también conocido como asbesto se utiliza en la elaboración de materiales de construcción, su composición es de minerales resistentes que se logran separar fácilmente y con la flexibilidad necesaria como para ser entrelazadas resistiendo altas temperaturas, estas características le confieren las propiedades ideales para ser utilizado en diversos ramos.

Tiene costes muy bajos, se encuentran un número importante de yacimientos en muchas partes del planeta lo cual trae como beneficio que la extracción del mismo sea económica.

Es de excelente calidad y tiene excelente durabilidad.

Los tipos de amiantos más comunes:

  • Crisolito, blanco
  • Amosito, marrón
  • Crocidolito, azul
  • Actinolita
  • Tremolita

Los más perjudiciales por el tamaño de sus partículas son el crisolito y amosito.

El amianto es resistente a las altas temperaturas superiores a los 1.000 grados centígrados,  sirve como aislante eléctrico y soporta el contacto con sustancias químicas agresivas.

Usos más frecuentes:

Construcción, en la elaboración de tejas, baldosas, cementos, selladores, pinturas, entre otros

Automóviles, pasta para los embragues, balatas para frenos y componentes de la transmisión

Textiles, vestidos y guantes a prueba de fuego

Fabricación de papel

Precauciones al utilizar el amianto

Es importante mencionar que se deben tener precauciones con la exposición e inhalación, ya que sus riesgos son perjudiciales para la salud pudiendo ocasionar infecciones y problemas respiratorios.

Aun y cuando se eliminaran los procesos industriales con este producto, se puede seguir encontrando pequeñas partículas en el ambiente como consecuencia del proceso de erosión natural.

La manipulación se debe hacer bajo cumplimiento estricto de las normas en los lugares donde se utiliza y con la supervisión de las personas encargadas del mismo.

El amianto no produce daños siempre y cuando no se manipule, sus mayores peligros están al cortarlo, perforarlo o fragmentarlo lo cual libera partículas que pueden ser inhaladas con facilidad.

Actualmente la sustitución de esta material se ha dado con frecuencia, utilizando opciones menos peligrosas.

Algunos cuidados que ayudan a minimizar los efectos:

  • No alterar voluntariamente el amianto
  • Evitar la exposición y los trabajos por periodos largos
  • Utilizar la protección respiratoria acorde al trabajo que se está realizando
  • Desechar la ropa que tuvo contacto o empaquetarla y enviarla a las lavanderías especializadas.

amianto