Sin duda alguna los últimos años han venido caracterizados, entre otras muchas cosas, por un desplome generalizado y una transformación profunda del mercado inmobiliario en general. Ello ha afectado a todo tipo de bienes inmuebles y de transacciones inmobiliarias, pero si uno de estos bienes y de transacciones ha aguantado el tipo ha sido el del segmento de los locales de alquiler, y más concretamente el de los locales de alquiler en una gran ciudad como Madrid.
Bien cierto es que por supuesto el pinchazo inmobiliario primero, la ralentización posterior, y el claro retroceso económico después, han significado también una afectación en los locales en alquiler en Madrid, pero como se decía cabe mencionar que en este caso el impacto negativo ha sido en mayor medida. ¿Cuáles han sido los motivos? Veamos.
Por una parte cabe mencionar el tipo de transacción en sí misma, pues si bien, por una parte una peor situación económica ha supuesto un menor número de transacciones inmobiliarias, por la otra, la mayoría de éstas se han focalizado en el ámbito del alquiler y no de la compra como antaño, y esta nueva realidad ha venido para quedarse del mismo modo que ya es la realidad principal en la mayoría de países de nuestro entorno.
Y por otra parte, cabe centrarse en el mismo tipo de inmueble, pues si bien las viviendas y las oficinas han (especialmente las primeras) sufrido un doloroso impacto, en muchos casos un descalabro, debido al pinchazo de la burbuja inmobiliaria, en el caso de los locales, en la mayoría de las ocasiones tal pinchazo no ha sido tal y la demanda se ha seguido manteniendo más o menos sostenida.
Todo lo anterior por supuesto teniendo presente que Madrid es una ciudad nada uniforme, con múltiples realidades según zonas o por tipos de locales, y que por tanto no se puede hablar de una realidad única e inamovible.
